Mi suegro abuelo solía decir: “tienes siempre tomar lo que te ofrecen y no critiques”. Pues, hay que obedecer a abuelos. ¿Pero cómo abstenerse de criticar?
Ayer Don Cristóbal trajo una botella, muy orgulloso de sí mismo y feliz. Se trataba de una botella de Bodegas Paniza, llamada Fábula de Paniza Syrah, vendida en un supermercado polaco de una red portuguesa. Y aun más. Entre vinos seleccionados por un jefe de cocina preferido.
Dice el productor de vino este: “color cereza picota con ribetes violáceos. Aromas de violetas, cassis, grosella negra y arándanos, sobre fondo balsámico. Carnoso y denso en boca, taninos sedosos y aroma de frutos negros con un elegante toque mineral.”
Mil veces hemos discutido sobre vinos disponibles en supermercados llegando a conclusiones poco atractivas desde el punto de vista del marketing: en la mayoría de los casos son vinos industriales con todas las consecuencias de este hecho. No hay que hacerse ilusiones, no vamos a encontrar obras maestras por allí.
Entonces, no he nunca tomado un syrah que con syrah no tenía nada que hacer. Parecía más un gamay verde e inmaduro, con su acidez que excedía los límites. Por eso no aconsejo este vino a nadie. Ni carne ni densidad en boca, tampoco taninos sedosos y aroma de frutos negros.
Bodegas Paniza Fábula de Paniza Syrah Cariñena Denominación de Origen, 2018, a 24,99 PLN por botella (0,75), comprado en un supermercado Biedronka en Białystok (tinto, seco: 100% syrah). Embotellado por Bodegas Paniza S.Coop. – España. A esta botella, le doy 62 puntos.